"Allí donde se queman libros, se termina quemando a personas".
Heinrich Heine (1797-1856)
La censura y destrucción de libros fue una de las expresiones de la violencia e intolerancia de la última dictadura militar (1976-1983). Incluso, fueron prohibidos y quemados libros infantiles, muchos de los cuales son hoy clásicos del género. Algunos de estos libros, acusados de "subversivos" por los militares, fueron:
El principito, de Antoine de Saint-Exupéry
La ultrabomba, de Mario Lodi
La línea, de Beatriz Doumerc y Ayax Barnes
La torre de cubos, de Laura Devetach
El pueblo que no quería ser gris, de Beatriz Doumerc y Ayax Barnes
Durante esta semana, hemos estado leyendo algunos de ellos en biblioteca y reflexionamos sobre la importancia de la libertad de expresión y pensamiento.
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